Guatemala, 20 de febrero de
2014.- utilizare de referencia una de las frases de la obra escrito por José
Milla, la hija del Adelantado, que en sus primeros capítulos, expresa el joven
amigo de Don Pedro de Alvarado, Pedro de Portocarrero, quien describiendo su amor por la hija del
Adelantado, diciendo: “…exigidlo todo de mí, tenéis derecho a ello; todo os lo sacrificaré, menos un amor que
nada pretende, a nada aspira y que perdurable en el fondo de mi corazón, jamás
saldrá de él para servir de obstáculo al cumplimiento de
vuestras promesas y a vuestras consideraciones de familia.”
Desarrollo:
Un amor que nada pretende y a
nada aspira, ¿Quién de nosotros no ha tenido un amor imposible?, de hecho puedo
asegurar que en algún momento de nuestra vida hemos estado en esta etapa, hace unos días leí una frase que me hizo
reflexionar en este tema que decía: “No hay Amores imposibles solamente, amores
inconvenientes”, y eso mismo entendía Portocarrero, él sabía que nunca iba a poder
tener el amor de Doña Leonor, ella ya estaba comprometida con alguien más, como
era la costumbre en esa época su familia, su Padre para ser más exacto, había
dado su mano y promesa a su cuñado .
Difícil situación, la vida y el
amor no son fáciles, bien se sabe que para diferenciar lo dulce debe existir lo
amargo, y para ver la luz debemos conocer la obscuridad. Podemos poner de
manifiesto el respeto y afecto que tenía Portocarrero por su Amigo el
Adelantado al aceptar que lo que el
sentía no podía ser, pero es un hecho que nadie puede escoger de quien se
enamora simplemente pasa, los sentimientos son como un rio que crecido, ni
aun su cauce puede contenerlo.
Podríamos pensar en una y mil
maneras de solucionar la situación de Portocarrero, aun nos atreveríamos a
decir que el Adelantado estaba siendo demasiado rígido con sus decisiones, y
que siempre se debe luchar por aquello que tanto se anhela, y cuando existe el
deseo de realizar algo no hay nada que pueda detenernos, la paciencia seria la
clave para todo aquello que queremos lograr, si paciencia, una virtud que
requiere mucho esfuerzo desarrollar pero que se obtiene mediante experiencias.
Conclusión:
Al final de la obra literaria,
los amantes silenciosos, pedro de Portocarrero y Doña Leonor, en medio de la
catástrofe que los rodeaba pudieron disfrutar antes un momento juntos, El Joven
enamorado muere ahogado tratando de salvar a la mujer que más quería, lo que
nos enseña que quien ama de verdad puede
soportar cualquier cosa aun la muerte, pues lo único que importa es ver el
beneficio del Ser que nos da razón para vivir. [1]
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